jena of the day: los defectos de fabricación

(pie de foto: pintorquepintasconamor)

Como decía Gila en sus discos que mi madre nos ponía un finde sí y otro también y nos reíamos siempre, muy buenas noches, muy buenas tardes o muy buenos días. Me disculparán mi ausencia durante estos días pero esto del blog hay que hacerlo cuando uno tiene ganas y no por cumplir el expediente. Y aquí me tienen.

En este ratito me han pasado cosas, como a todo el mundo. La principal es que, en una jugada creo que altamente meritoria, decidí irme de mi agencia (otro día les cuento, da para varios posts) con la que está cayendo y quedarme con una mano delante y otra detrás durante un tiempo. Y, claro, qué bien, Tiempo para ti. Por fin.

Inmediatamente, te pones a hacer planes. Y aquí es donde entramos en lo que viene siendo el tema central del post. Hay cosas en las que genéticamente uno está condenao. En mi caso, un amplio abanico que va desde el tema capilar (gran diálogo con Davismiles jr. (5) el otro día: A ver Davismiles Jr., abróchate la chaqueta que hace frío. No, papá, frío no hace. Lo que pasa es que a ti te entra el frío por la calva. Yo, como tengo pelo, no tengo frío. Se quedó desabrochao, obviamente), el tema molar (gran (y motivadora) conversación con mi señora ante la cercanía inminente de mi cuadragésimo cumpleanios: joder, Davismiles, estás fenomenal: gordo, calvo y sin dientes) o incluso el tema incapacidad de comunicarme con mis semejantes. Son defectos de fabricación claramente achacables a nuestros progenitores que convierten nuestra existencia en algo aún más jena de lo que sería lógico si fuéramos estilizados y melenudos cuarentones de dentadura corporacióndermoestéticaperfecta.

Bueno, a lo que íbamos. Esto era a lo que me iba a dedicar yo en 8 cómodos fascículos:

1. Atención maximizada al sr. Davismiles Jr.
2. Ponerme en forma.
3. Reabrir los blogs. Observen el plural, éste, Es Resines, Bien Jugao y otros tres que se me han ocurrido. Un emporio bloguístico que esto empieza así y acabo comprando Sogecable.
4. Leer los 3000 libros atrasaos comprados en amazon y que han ido de la caja a la estantería sin abrirlos.
5. El english. A pesar de ser prácticamente bilingual (no escribo este blog en inglés porque entiendo que uds. no se manejan con fluidez) un repasito al everybody play football in the camp que dirían Los Toreros Muertos, no nos vendría mal.
6. La empresa camisetística. Tengo la idea de tirar a la basura unos cuantos euros y hacer unas camisetas con mensajes absurdos desde hace un montón de tiempo con el objetivo de venderlas internéticamente. Tengo logo (gratísimo) y tengo proveedor textil (bastante rígido) pero nunca había tenido tiempo. Ahora no tengo excusas.
7. El cine. Todos los días, una peli y luego coloquio al estilo Garci conmigo mismo.
8. Pintar la biblioteca.

Al cabo de dos meses de inactividad, me ofrecen currar en otra agencia y para allá que me voy. Seguramente uds. sagaces lectores habrán deducido hábilmente lo que llegué a hacer de esta lista. Correcto, el punto 8.

Y es que otro de los jenísticos defectos de fábrica es que soy un seguidor a muerte del término anglosajón procastrination que básicamente significa dejarlo todo paluego. Campeón mundial, créname. Bueno, pues les hago un resumen final de las 8 tareas:

1. Tres partidas de Wii en el Super Mario Kart con tres derrotas aplastantes.
2. 96.5 kg a 2.5 del record histórico
3. Ya lo están viendo. Llevo mes y medio currando en la nueva agencia.
4. Anatomía de un instante, de Cercas. No recomendable.
5. If I see you, I don't remember.
6. La semana que viene me pongo.
7. Saber vivir, de Manuel Torreiglesias (superinjusto lo que le ha pasao, pero si no se notaban na los product placement).
8. Done.

Conclusiones: lo único que he sido capaz de hacer en dos meses es lo más jena. Y con los resultados que aparecen arriba a la derecha de sus pantallas. Antes de contarles la historia, un antecedente. Nuestro casero es un fenómeno y tenía la casa perfecta cuando nos la alquiló. Lo único que cambiamos fue la pintura de dos habitaciones. Según mi señora, era de un verde como de hospital. Correcto, la señora de mi casero es médico y después de pintar el consultorio aprovecharon la pintura que sobró para las dos habitaciones. Un fenómeno, ya les digo.

La idea es la siguiente: humedades en la habitación donde tengo todos los libros que compro en amazon y que nunca leo. Hay que pintar. Yo lo hago, ningún problema. Además, hay un bote gigante de pintura blanca que sobró de la última vez que pintaron. O sea, que coste cero. Una capa. Otra. Otra. Otra. Por fin desaparecen las humedades. Davismiles Jr. baja a ver la magna obra de su progenitor. Sube a comentar la jugada con mi señora: "Mamá, ¿por qué ha pintao papá la pared de verde si todo lo demás es blanco?". Ya te respondo yo, Davismiles Jr.: porque tu padre, además de gilipollas es daltónico y en el bote de pintura ponía BLANCO y a él le había parecido un blanco sucio, pero blanco al fin y al cabo. Y no, claro, era el puto verde del idem consultorio. Leroy Merlin y otras 14 capas hasta que lo dejé todo medio igualao.

No me digan que los defectos fabricación no son una jena total.