jena of the day: los que hablan por el móvil en las librerías
Me van uds. a disculpar, pero hay que ser imbécil para hablar por el móvil a grito pelao cuando se está en una librería. O en cualquier otro sitio, si me apuran, pero hacerlo en una librería es para liarse a hostias inmediatamente.
Porque no sé para ustedes, pero para mí, una librería es un lugar mucho más de culto de la catedral de la almudena pongamos por caso. Es un sitio donde hay silencio, donde puedes pensar, donde puedes relajarte y desconectar un rato de la jena de tu vida laboral sin que nadie te moleste. Pero esta situación idílica, amigos míos, ha tocado a su fin. Y los responsables civiles subsidiarios son Movistar, Vodafone y Amena.
Viernes, Casa del Libro. Un indocumentao vestido como para ir a cantar algo al Programa de Patricia con sus gafas de sol correspondientes (la verdad es que hacían unos watios cegadores esa tarde) se sitúa a mi lado mientras hojea (supongo que solo mira los dibujos, no tiene pinta de saber leer) El Código Da Vinci mientras, en un alarde de coordinación mental, habla con su pibita por el móvil a unos decibelios muy por encima de lo permitido por las ordenanzas municipales anti-contaminación acústica: "¿Tú crej que le gujtará ejte?" ... "No sé, Yeni, ej que son mucha página" ... "430" ... "mejó le compro eldelarguiñano que a mi madre le gut-ta mucho to lo de la cocina".
Huyo de allí y me voy a comprar una guía de escocia para mis vacances. Pareja de losers mirando las guías de Londres. Al loser masculino le suena el móvil. Grito pelao. "¿Qué pasa javi?" ... "Aquí a ver si compramos algo pa lo de Londres" ... "Sí pero es que está todo en inglés" ... "Bueno a ver si quedamos antes de irnos y tomamos algo". Cuelga y, en voz bajita, casi susurrando, le dice a su chica: "Era Javi". Punto 1: toda la planta se había enterado de que era Javi. Punto 2: a ver, idiota, o sea que por el móvil se tiene que hablar a gritos (supongo que porque la persona con la que hablas está lejos) pero con el de al lao tienes que hablar bajito porque estás en una librería y la gente está en silencio.
A ver si la Comunidad Europea saca de una puta vez una normativa para que, igual que no se puede fumar, no se pueda hablar por el móvil en las librerías. Que sólo me falta que ir a comprarme La velocidad de la luz también sea una jena.
Porque no sé para ustedes, pero para mí, una librería es un lugar mucho más de culto de la catedral de la almudena pongamos por caso. Es un sitio donde hay silencio, donde puedes pensar, donde puedes relajarte y desconectar un rato de la jena de tu vida laboral sin que nadie te moleste. Pero esta situación idílica, amigos míos, ha tocado a su fin. Y los responsables civiles subsidiarios son Movistar, Vodafone y Amena.
Viernes, Casa del Libro. Un indocumentao vestido como para ir a cantar algo al Programa de Patricia con sus gafas de sol correspondientes (la verdad es que hacían unos watios cegadores esa tarde) se sitúa a mi lado mientras hojea (supongo que solo mira los dibujos, no tiene pinta de saber leer) El Código Da Vinci mientras, en un alarde de coordinación mental, habla con su pibita por el móvil a unos decibelios muy por encima de lo permitido por las ordenanzas municipales anti-contaminación acústica: "¿Tú crej que le gujtará ejte?" ... "No sé, Yeni, ej que son mucha página" ... "430" ... "mejó le compro eldelarguiñano que a mi madre le gut-ta mucho to lo de la cocina".
Huyo de allí y me voy a comprar una guía de escocia para mis vacances. Pareja de losers mirando las guías de Londres. Al loser masculino le suena el móvil. Grito pelao. "¿Qué pasa javi?" ... "Aquí a ver si compramos algo pa lo de Londres" ... "Sí pero es que está todo en inglés" ... "Bueno a ver si quedamos antes de irnos y tomamos algo". Cuelga y, en voz bajita, casi susurrando, le dice a su chica: "Era Javi". Punto 1: toda la planta se había enterado de que era Javi. Punto 2: a ver, idiota, o sea que por el móvil se tiene que hablar a gritos (supongo que porque la persona con la que hablas está lejos) pero con el de al lao tienes que hablar bajito porque estás en una librería y la gente está en silencio.
A ver si la Comunidad Europea saca de una puta vez una normativa para que, igual que no se puede fumar, no se pueda hablar por el móvil en las librerías. Que sólo me falta que ir a comprarme La velocidad de la luz también sea una jena.
posted by davismiles | 11:43
3 Comments:
y ésta -aunque notable- es sólo una de las muchas impertinencias provocadas por los móviles. la lista es muy extensa.
llámenme antiguo, desactualizado o lo que quieran, pero yo prefería los tiempos en los que el móvil no existía.
A mí me flipaba cuando quedabas con la peña a determinadas horas en determinados sitios, y lo que pasaba si no llegaba, cómo coño te las arreglabas. Molaba bastante.
En cuanto al post, sr. Miles, decirle que tengo una tía que cuando se pone al teléfono, se pone a gritar invariablemente. Es flipante, es eso, rollo "está muy lejos, habrá que gritar".
Ese fenómeno es sólamente comparable a los tíos que les suena el teléfono en un cine... ¡y lo cogen!
Tengo un amigo que lo hace (Sito, sí) y me he visto alguna vez al otro lado, escuchando la película de fondo mientras yo le insultaba por a) no desconectarlo y b) por cogerlo.
Publicar un comentario
<< Home