jena of the day: David Amor

(pie de foto: amigosderubensvsamigosderanedo)

Sin duda, uno de los sueños de cualquier jugador de fútbol, sea del nivel que sea, es jugar en un pedazo de estadio de estos en los que triunfan los Negro Cabrera, los Ramón María Calderé, los Tubo Fernández, los Richi Mendiguren, los Ramón Ángel Hicks o los Johnny Metgod de turno, sólo por citar algunas de las figuras de los clubes más representativos de nuestro país y de los limítrofes.

Bueno, pues gracias a una grata iniciativa del no menos grato encuentro unicefístico Champions For Africa, dos losers que podríamos ser perfectamente usted y yo si hubiéramos mandado un SMS cuando lo teníamos que haber mandado, van a jugar en el Bernabéu a las órdenes de, pásmense, D. Javier Clemente y D. Luis Aragonés. Estos losers son David Amor (qué naming para formar la trilogía ABC más grata del pop giratorio español junto con sus tocayos Bisbal y Civera) y Omar Hernández. Hagan rollover sobre la foto en la que están con Kanouté y fíjense en lo que piensa la organización de ellos.

Claramente, un evento once in a lifetime de la hostia. Imagínense calentando con Navas, Negredo, Llorente, Casillas, Mata... en el centro del Bernabéu mientras ves al otro lado cómo calienta Luis Aragonés como en aquel mítico calentamiento en Burgos con el campo congelao. Ahora imagínense que el utillero reparte las camisetas: a ver 1 Casillas, 2 Arbeloa, 3 Pernía, 4 Ramos... 36 Tronk.

En tu camiseta pone Tronk porque lo has elegido tú. Porque así te llaman los colegas "Qué pasa, Idem?". No pone David. Ni Amor. Ni David Amor. Pone Tronk. Tú que estás representando a todos los jugadores losers que nunca llegamos a pisar el Bernabéu (jugando, porque servidor de ustedes tuvo el privilegio de ser guiado por Don Emilio Butragueño hasta el mismísimo centro del campo del templo futbolístico por antonomasia al acabar una reunión de curro. Igual está en el top 10 de días más gratos de mi vida. "A mí me gustaba más jugar por la tarde" nos dijo el número 1 de todos los tiempos), eliges llamarte, de entre todos los nombres posibles, Tronk. No se puede ser más jena. Tienes suerte de que el coach es Clemente y se la suda. Si llega a ser David Vidal no te saca ni 30 segundos. O si no recuerden el episodio con el marido de Cristina Tárrega. Mami. Que hay que joderse también.

En fin, un fraude. Ahora, eso sí, también es cierto que estos partidos están de un bajón total. Primero fueron los amigos de Zidane contra los amigos de Ronaldo. Imbatible como cartel. Después los amigos de Casillas contra los amigos de Nadal. Todo bien, pero menos. Y este año amigos de Kanouté contra amigos de Sergio Ramos. En tres años, estamos en amigos de Esteso contra amigos de Pajares.