Vaya por delante que opino que el concepto tetra brik es una jena galáctica. Y se preguntarán uds.: ¿cuáles son los motivos que habrán llevado a este elegante caballero a emitir esta arriesgada afirmación? Pues, basicamente, uno: que ya puedes ser un técnico en fisión nuclear y/o McGyver que no abres tú uno de esos como Dios manda ni de coña.
Quizás los más voluntaristas/globalizadores de uds. podrán decir: "precisamente esa es su mayor virtud, el tetra brik es un arma igualitaria que molesta del mismo modo a las clases dirigentes y a los más desfavorecidos de este mundo". Bonito pensamiento que no opaca la cruda realidad: cada vez que intento ingerir un traguito de minute maid, me pongo perdido.
Históricamente los tetra briks ('protege lo bueno' es su acertado slogan, otra cosa es que luego puedas llegar a disfrutar de lo bueno que hay dentro del envase porque, al menos en mi caso, lo disfruta la fregona) comenzaron siendo simples tetraedros de cartón agujereables. Luego se han ido perfeccionando hasta llegar a ser la jena total que son ahora.
Podríamos clasificarlos en:
- El de la línea de corte con tijerita dibujada como diciendo corte por aquí. Sin duda el maestro en la apertura de este tipo de envases es mi señor padre. En muchas ocasiones he abierto la nevera de mi casa para encontrarme con un brik de leche pascual colocado al revés y abierto por el culo. Una mirada más csiesca nos indica que dicho corte ha sido realizado con el cuchillo jamonero.
- El abrefácil. Los cojones.
- El de la lengueta/tapa de plástico. Parece como muy sofisticado. Tapa/destapa. Pero, en realidad, la susodicha tapa está adherida al brik con pegamento pritt de barra por lo que se cae indefectiblemente en el interior del vaso en el que se intenta depositar el líquido.
- El del cuellito de botella. Gire, presione y quédese con el cuellito en la mano.
Y esta jena es abriendo el brik, que echando la leche o el caldo de verduras gallina blanca, la cosa se pone dramática. Porque oigan uds., es que no atino en el vaso y/o cazo ni de coña. Y eso que, como buen físico, siguiendo los conceptos de lo que se llama técnicamente tiro parabólico (véase fig. 1) debería ser capaz de calcular perfectamente la trayectoria y clavar el lanzamiento. Pues no.
Como habrán podido comprobar, el tetra brik es una jena y queda claramente descalificado como envase, siendo definitivamente superado por la botella de vidrio con tapón de rosca (ha traído ud. los cascos?) y el envase tipo refrescosa revoltosa con cierre hermético a presión.
Y otro día hablaré de las latas, que también tienen su aquel.
