jena of the day: ¿me dejas pasar que sólo llevo esto?
Bueno, de acuerdo. Este tema es más de Seinfeld que de este blog, pero es que estoy hasta los cojones.
Ya me ha pasado varias veces que estoy en la cola del pryca de turno con el carro lleno a rebosar y se me acerca por la derecha un joven matrimonio de unos 72 años esgrimiendo en actitud amenazadora un brik de leche (clesa, en un 86% de las ocasiones) y/o un tarro de sucedáneo de café soluble (eko es la opción más utilizada, con un 48%). Inmediatamente y sin que articulen palabra me cambia el careto y me pongo en posición defensiva ante el presumible ataque que, indefectiblemente, sigue a continuación: "hijo, ¿me dejas pasar que sólo llevo esto?".
Evidentemente, me dan ganas de decirles: "no, métase el brik donde le quepa y póngase a la cola". Sin embargo, lo único que hago es gruñir en un gesto que ellos entienden como afirmativo y se colocan delante de mí. Así que, luego comento la jugada con mi señora, nos indignamos un poco y nos volvemos a casa como molestos. Pero nunca he dicho nada.
Hasta hoy.
Es que la cosa se nos ha ido de las manos. 10 de la mañana. Voy al VIPS a engordar mi cuenta para la renovación de mi tarjeta platino fidelizadora y hago acopio de mi natural provisión de el viernes: marca, as, el mundo (así me evito pasar por la gasolinera y me evito problemas), el país y el libro de cocina que viene con el mundo (en un grato formato, no como otros). En total 6 items incluyendo el metropoli. Pero que puestos uno encima de otro parece que llevo dos periódicos, una revista y un libro.
Bueno, pues viene una señora hola en ristre e, inesperadamente, puesto que la proporción de artículos a pasar por el lector de código de barras no era de 346 a 2 como en el pryca, sino de 6 a 1, me salta a la torera y se dirige a la cajera: "cóbrame a mí primero que sólo llevo esto".
Hasta aquí podríamos llegar.
- Cajera: "señora, está primero este señor"
- Señora (con el hola ya puesto sobre el mostrador, monedero en mano derecha y sonriéndome con una cara de gilipollas dificilmente descriptible): "bueno, pero seguro que a él no le importa"
- Yo: (armado de valor e indignación): "pues fíjese, si que me importa. Cóbrame, por favor"
- Señora: "pero si sólo llevo esto y voy más rápido. Desde luego, que falta de educación"
- Yo: "señora, no pongo en duda que es usted la fernando alonso de las compras en el vips, pero es que yo también sólo llevo esto. Y fíjese, soy tan educado que ni siquiera la voy a mandar a la mierda"
- (cajera descojonada)
- Señora: "vamos, desde luego, qué vergüenza"
- Yo: "efectivamente, qué vergüenza".
Desde aquí hago un llamamiento para que nos unamos todos los afectados por esta jena de síndrome. Que sé que somos muchos y que, porque nos da corte, permanecemos ocultos y no sabemos defender nuestros derechos. ¡Salgamos del armario de las colas de los supermercados!